¿Qué es el acompañamiento espiritual?
El acompañamiento espiritual o «spiritual direction» es una práctica cristiana muy antigua, destinada a ayudar a las personas a reconocer la presencia, la voz y la actividad de Dios en su vida y a responder a ella.
Un «director espiritual» o acompañante, brinda un espacio confidencial, tranquilo y sin prisas, para que la persona acompañada pueda compartir su experiencia en su relación con Dios. El papel principal del director/a o acompañante es ofrecer una escucha compasiva, sin agenda ni juicio, haciendo preguntas amables y precisas, que ayuden a la persona acompañada a prestar más atención y a responder a la invitación de Dios para su vida en ese momento.
Aunque el acompañamiento espiritual ha ganado popularidad en las últimas décadas, en realidad es una práctica tan antigua como el cristianismo. «A lo largo de los siglos, los seguidores del Camino de Cristo han buscado la ayuda de otros cristianos maduros con la profunda capacidad de escuchar con el corazón, personas familiarizados con las señales y las dificultades del camino cristiano, y que pudieran, cuando los puntos de referencia desaparecieran en la oscuridad, proporcionar un fuerte faro para mantener viva la luz de Dios.» – Sue Pickering.
Desde el siglo I con San Antonio y otros Padres y Madres del Desierto de los primeros siglos del cristianismo, pasando por San Patricio y las peregrinaciones celtas en Irlanda, San Benito y San Francisco de Asis en Italia, San Ignacio de Loyola y Santa Teresa de Avila en España, Martín Lutero en Alemania y Thomas Cranmer, el escritor del Libro de Oración Común, hasta C.S. Lewis y Henri Nouwen, Margaret Guenther entre muchos otros y otras, el ministerio de acompañamiento espiritual ha venido desarrollándose durante siglos.
«La dirección o acompañamiento espiritual es una manera de ofrecer hospitalidad a aquellos que están en camino, quizás mucho antes de que encuentren ‘el camino’.» – Sue Pickering.
¿Qué ocurre durante una sesión ?
Las sesiones duran entre 50 minutos y una hora, y pueden ser por vía telemática o presencial.
Dentro de ese límite de tiempo:
- Empezamos con una oración por la persona acompañada
- Sigue un tiempo de silencio que la persona acompañada puede romper cuando desee o esté listo/a para compartir
- La persona acompañada comparte sobre su experiencia con Dios y mi rol como acompañante es escuchar con atención y compasión, hacer buenas preguntas y facilitar un tiempo y un espacio sin prisas para ayudar a la persona acompañada a profundizar su conciencia de la presencia, la actividad y la voz de Dios en su vida.
- En ocasiones puedo guiar a la persona con algún ejercicio contemplativo o con la lectura de algún texto.
- Finalizamos con otro momento de oración por la persona acompañada.
¿Cuánto cuesta?
Ahora mismo, como acabo de graduarme, mis sesiones cuestan 25€ la hora, pero si eres estudiante, desempleado/a o estás dedicado/a al ministerio a tiempo completo podemos acordar otra tarifa de acuerdo a tus posibilidades.
Si crees que el acompañamiento espiritual es para ti, o tienes más preguntas, no dejes de contactarme.