
«En Abril, aguas mil», dice el refrán. Me gusta más la versión en inglés que dice «Las lluvias de Abril traen las flores de Mayo» (pero en castellano no rima… «April showers bring May flowers», suena el original). Con lluvia o sin lluvia, Abril se está yendo volando…
Este abril 2021, lo que me ha ayudado a ver lo sagrado en lo cotidiano ha sido:
- Trabajar en el huerto. Observar cómo van creciendo las cosas que plantamos el mes pasado. Sentarme en silencio a escuchar los pájaros, quitar las malas hierbas. Regar. Cuidar. Trabajar en el huerto me da mucha alegría y satisfacción. La tierra es buena escuela, buena maestra, buena amiga, buena terapeuta… Si aún no te has decidido, ¡empieza un huerto! En maceta, en balcón, en «cama» (raised bed) o en un trocito de tierra. Es una satisfacción enorme poder comer de lo sembrado y sobre todo disfrutar del proceso, esperar los tiempos, aprender a cuidar y hacerlo cada vez mejor. Mira este video si te interesa el tema.
- Nesting. Creo que una termina nunca de «formar el nido». Me considero una especie de «Penélope» en ese aspecto. ¿A alguien más le pasa? En castellano decimos «anidar», pero normalmente usamos este verbo cuando hablamos de las aves. O llamamos «síndrome del nido» cuando nos referirnos a la madre embarazada a punto de dar a luz, que desea tenerlo todo preprarado antes de que nazca el bebé. He encontrado otra definición que se refiere a diferentes momentos de la vida: «la tendencia a organizar el entorno inmediato de uno -como por ejemplo el espacio de trabajo- para crear un lugar donde uno se sienta seguro o cómodo.» Me gusta esta definición, y creo que me representa. Este mes me he dedicado a convertir la habitación de los niños en un espacio más adolescente y añadiendo un poco de mi arte el baño principal. Me encanta cómo quedaron mis acuarelas en esta pared. Si te gusta este estilo, ¡tengo más opciones disponibles!
- La playa. Con la llegada del buen tiempo, el cambio horario y la moderada apertura de los cierres perimetrales, hemos recuperado nuestro ritmo de pasar el domingo en la playa. Escuchar el mar, recoger tesoros, caminar en silencio, meter los pies en el agua o enterrarlos en la arena, leer, tomar mate, ver a los niños jugar e incluso recoger basura (como hacemos cada vez que vamos) han traído bienestar a mi alma, mente, cuerpo y corazón. ¿Sabías que hay estudios que afirman que pasear por espacios azules produce una mejora en la salud mental?
- Celebrar el tiempo de Pascua y experimentar la resurrección en la naturaleza. Lo cuento mejor en mi último PODCAST. ¡Suscríbete si aún no lo has hecho! Y aunque no lo escuches en la App de Apple, me ayuda mucho si dejas una valoración ahí.
- Las flores silvestres. Galicia se ha llenado de color este mes: amarillo predominantemente, pero también rosa, violeta, blanco, y todas las gamas de verde. ¡¡Me encanta!! Glicinas, caléndulas, geranios, dientes de león, nomeolvides fresas silvestres, margaritas y todo tipo de flores del campo. Es una gozada.
¿Y tú? ¿Dónde has visto lo sagrado en lo cotidiano? Hasta la próxima entrega…