
Se termina Septiembre y ha sido un mes de contrastes. Al igual que lo que ocurre en la tierra y en la naturaleza (se caen las hojas, pero aún florecen algunas plantas de tomate; salen setas, pero brotan los toxos), así ha sido mi mundo interior. No sé si es bueno o malo, si así es como debería ser o como debería haber sido siempre. Simplemente ES y me alegro de tener los ojos abiertos para reconocerlo y apreciarlo.
Estas son las prácticas que me han ayudado a vivir la vida abundante:
- Aprender. Me he auto-regalado un curso online y estoy super contenta con todo lo que estoy aprendiendo! Aprender es algo para toda la vida y disfruto mucho de aprender algo nuevo.
- Acoger. Hacer con los demás lo que me gustaría que hicieran conmigo. Recibir a una nueva compañera como me hubiese gustado que me recibieran. Nuevamente compruebo el misterio de que hay más dicha en dar que en recibir y que dando, recibimos más aún.
- Meditar en esta frase: «Siempre hay flores para aquellos que quieren verlas», de Henri Matisse. Desde que pinté mis 100 flores en acuarela, no dejo de ver flores por todos lados, pero al entrar en el otoño pensé que terminaba la «temporada». ¡Pero no! Matisse tiene razón. Siempre hay flores. Sólo hay que abrir más los ojos para verlas. Y como dije en Instagram, empiezo a sospechar que el artista no se refería solamente a la naturaleza. Empecinada en buscar y encontrar las flores en mi vida.
- Ir al médico. Aunque parezca algo tan «mundano», cada vez soy más conciente (¿será la edad?) de que el cuerpo, el alma y el espíritu están más interconectados de lo que pensamos. Como dice mi amigo Steve, nuestro cuerpo es «el domicilio de nuestra alma», y lo que nos pasa en él, repercute en ella, y viceversa. Tener el hábito de ir al médico una vez al año y hacer una analítica de rutina, me ayuda a prevenir en vez de remediar -si me permiten el cliché- y hacer cambios o seguir así. Este caso los datos me han mostrado algunos ajustes que tengo que hacer para estar mejor.
- Practicar la amabilidad… conmigo misma. En línea con el post anterior, aceptar mis límites, darme tiempo, recibir la GRACIA que tengo a disposición, son todas cosas que me ayudan a habitar el cuerpo que Dios me ha dado sin perder mi alma, a reconocer lo que puedo y lo que no puedo, lo que es mío y lo que corresponde a otra persona. Tan simple y sin embargo tan difícil a veces.
- Dar. Dar es una forma de mostrar amor. Dar a otros, dar a quienes necesitan, dar regalos, dar tiempo, dar dinero, dar comida, dar palabras de bendición…
- Pasar tiempo con amigos. Dar prioridad a los encuentros, algo que no siempre hago. Esta pandemia creo que nos ha ayudado a todos a darnos cuenta de la importancia de las relaciones. Encontrar el hueco en la agenda, dejar margen para esos vínculos que nutren y alimentan el alma.
- Bajar mi nivel de exigencia. Hemos empezado nuevo curso escolar (¿cómo puede ser que estemos en el último año de primaria?) y si algo me ha recordado los meses de confinamiento ha sido que mi trabajo más importante no es seguir el mejor curriculum, administrar la agenda de la manera más eficiente, dar las lecciones más impresionantes, sino CONOCER, AMAR y ACOMPAÑAR a mis hijos incondicionalmente, AYUDÁNDOLES a sacar toda la belleza que ya tienen en su interior. (Y ante la duda, ¡¡leer mucho!!) ¡Menudo privilegio!
- Leer. Hablando de leer, esta semana hemos terminado Momo (favorito!), y empezamos a leer El progreso del peregrino. Me ha emocionado la introducción cuando habla sobre el proceso de escribir y su decisión de hacerlo o no. ¡¡Me he sentido muy identificada!!
- Escribir. ¡Estoy terminando mi primer curso online! ¡Muy pronto espero poder darles más información!

Y ahora, unas preguntas para ti:
- ¿Qué has aprendido este mes de Septiembre?
- ¿Qué hábitos te han ayudado a vivir mejor?
- ¿Hay algo que te gustaría cambiar, dejar, o incorporar de cara al próximo mes?
¡Gracias por estar ahí!
Gracias Fanny, vives una vida muy rica. Cada cosa que te rodea parece que te aporta…..Tus escritos, como siempre, animándome a ver flores aunque no sea la época. Un beso
Muchísimas gracias Maru!! Qué bonitas palabras!! Me alegro mucho!!