
Se termina Abril y ha sido- quizás- el Abril más raro en lo que va de siglo. Me imagino a los niños de hoy contando a sus hijos dentro de 20 años quizás, aquel Abril en el que todo el mundo pasó el mes entero sin salir de casa… Me pregunto, ¿qué contarán? ¿qué recordarán? ¿cómo estarán viviendo realmente los niños de hoy este tiempo? Es difícil saber lo que pasa por sus cabezas o por su corazón, pero intuyo que un gran número de ellos está más contento de lo que pensamos, y está viviendo este tiempo de forma totalmente distinta que los adultos… En casa están pidiendo que siga la cuarentena, por lo que podría afirmar sin temor a equivocarme que no la están atravesando con angustia… Quién sabe cómo contarán la historia cuando sean mayores, o cómo esta experiencia de alguna manera les está marcado en lo que serán o harán en el futuro… Lo que sí sé es que me gustaría vivir esta cuarentena con los ojos y el corazón de los niños, de quienes aún tenemos tanto que aprender…
Pero bueno, que me voy por las ramas, que venía para contar las las prácticas que este mes me han ayudado a vivir la vida abundante:
- Empezar #the100dayproject por tercera vez consecutiva. Este año me he vuelto a decantar por escribir y espero terminar uno de los dos libros que tengo empezados… Veremos, veremos. De momento disfruto de dedicar un rato cada día a poner fuera lo que tengo dentro de mi cabeza. Más adelante será el momento de editar, revisar y decidir si merece ser compartido.
- Tener unos minutos de silencio cada mañana . No ha sido absolutamente cada día, pero sí muchos días de este mes. Cada mañana, nada más levantarme he salido al porche, así en pijama, y me he sentado unos minutos en silencio, en actitud de oración, a recibir el regalo de un nuevo día. El canto de los pájaros me ha llenado el alma. Estos minutos en silencio me han ayudado a empezar la jornada con una actitud diferente. Lo recomiendo!
- Organizar una cena Seder. Como ya es tradición en casa, los jueves santo organizamos una cena Seder para meternos en la historia de la Semana Santa y la Pascua. Este año no hemos podido invitar a nadie debido a la cuarentena, pero lo disfrutamos en familia y fue muy especial.
- Pintar huevos de Pascua. Otra tradición que no puede faltar. Hemos teñido huevos utilizando tintes naturales y luego los hemos decorado con rotuladores al óleo. ¡Cada año quedan más bonitos! Sé que algunos utilizan huevos cocidos, pero a mí me da pena que tanto trabajo se rompe y se tire, y además me gusta guardarlos de año en año, así que hacemos más trabajo y vaciamos los huevos, los limpiamos bien y los teñimos ya vacíos. Es más trabajo, pero me gusta decorar la mesa de Pascua con los huevos decorados de otros años…
- Celebrar… La Semana Santa y sobre todo la Pascua de resurrección! Hemos podido compartir con algunos vecinos la historia, hemos hecho búsqueda de huevos de chocolate, hemos celebrado la Resurrección y la estamos viendo cada día en la naturaleza. ¡Qué esperanza!
- Escribir postales. He recuperado esta práctica que antes era habitual, de saludar a mis seres queridos con postales. Me encanta recibirlas y también sorprender con ellas. ¿Quizás el Covid-19 nos hace recuperar esta práctica tan bonita?
- Leer. Con los niños estamos leyendo Una grieta en el Espacio. cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Y yo voy alternando entre varios libros.. últimamente To Bless the Space Between us me está trayendo mucha sabiduría y consuelo en este tiempo.
- Trabajar en el jardín. Podando, desmalezando, transplantando, poniendo tutores, plantando flores, observando cómo la naturaleza hace su trabajo (y combatiendo a las babosas, todo sea dicho!). Estar un rato en la naturaleza, observando y trabajando, me recarga las pilas, me da sosiego, me nutre el alma.
- Journaling. Llevar un diario, volcar mis pensamientos, mis oraciones, mis preocupaciones en una libreta, me ayuda a ordenar mi cabeza, a tomar distancia, a reconocer emociones, a seguir trabajando para crecer y estar saludable…
- Jugar. Me he animado a compartir unas fotos de mi cocina en la cuenta de Solo para mí. ¡Gracias Marina por recibirme en tu cuenta y por tu generosidad! Me encantó ser parte de su proyecto y conocer a mucha gente nueva gracias al post.

Querido Abril, ¡gracias por todo! ¡Hasta siempre!