
Se termina Marzo, y ¡cuánto nos ha cambiado la vida este mes! ¿Quién hubiera pensado que estaríamos confinados en casa, que todas las familias de España serían homeschoolers? … Cuánto más importante y significativo se ha vuelto nuestro hogar, el tiempo que pasamos en él, la calidad de nuestras relaciones, la belleza de los espacios que habitamos… ¡Siento que me he estado preparando para esto en los últimos 11 años de mi vida! Sin ignorar lo que pasa afuera, ni dejar de orar y pensar en las personas que están sufriendo o trabajando en pos de la salud humana, estas dos semanas plenamente en casa para mí han sido un regalo. He podido descansar mucho y me di cuenta que eran semanas que hubiese necesitado tener hace tres años, cuando cambiamos de ciudad. Doy gracias por haberlas tenido ahora. ¡Han sido tan valiosas!!
Estas son las 10 prácticas que este mes me han ayudado a ir a lo profundo (mi palabra para este año) y a vivir la vida abundante:
- Empezar un diario de gratitud: En casa tenemos un frasco de gratitud en el que desde el 1 de enero cada uno libremente va escribiendo sus motivos cuando tiene algo para agradecer. Al final del año, los leemos todos juntos. Tengo también la costumbre de escribir motivos de gratitud en mi diario personal, esporádicamente. Pero esta vez, he decidido hacerlo en forma diaria y he destinado un cuaderno exclusivamente a registrar mis motivos de gratitud. Cinco al día. ¡Ya llevo más de 100! Es increíble cómo la gratitud cambia nuestra perspectiva y nos hace más alegres. ¡Lo super recomiendo!
- Leer. Seguimos leyendo Robinson Crusoe (creo que hoy lo terminamos), y en estos días de cuarentena, he vuelto a sacar de la estantería Handmade Home, En Casa, Homebody, The Creative Family. ¡Todos tan recomendables y tan inspiradores!
- Siestas de 26 minutos. Dicen los expertos que esa es la duración ideal, y a mí me funciona, pero es algo que no había podido hacer desde que empezó el curso. Tener las tardes libres de actividades me ha permitido recuperar este hábito que me ayuda a descansar y recargar mi energía para el resto de la jornada.
- Hacer con las manos. Con los niños hemos experimentado con el papel maché y ha sido muy terapéutico convertir y reutilizar los periódicos con las malas noticias del día anterior en algo bello y que nos haga sonreír.
- Plantar. Llegó el tiempo de preparar la tierra para el huerto y sembrar algunas cosas. Hemos plantado patatas, berzas, cebollas y guisantes. Este año tenemos un poco más de terreno donde plantar y he disfrutado mucho, aprendiendo de los vecinos y dejándome guiar por ellos.
- Cantar. He desempolvado la guitarra y he sido más consistente en el hábito de cantar. Me ha llenado el alma y es otro hábito que recomiendo. También he creado una playlist de cuarentena por si te sirve de inspiración!
- Observar la naturaleza. Aunque los humanos estemos en cuarentena, la naturaleza no para y sigue su trabajo. Ha sido un placer observar los manzanos en flor, el cielo estrellado y más limpio que nunca, las viñas comenzando a brotar hojas de sus ramas, belloritas y dientes de león por la hierba, el canto de los pájaros, que me suena más desinhibido y libre que otros años…
- Celebrar. Aunque ha sido diferente, no hemos dejado de celebrar el cumpleaños de mis niños. Con amigos o sin ellos, con regalos o no, no pueden faltar los banderines, las tortas, las velas, las fotos y los abrazos. Como dice Henri Nouwen: «Hay que celebrar los cumpleaños. (…) Porque celebrar un cumpleaños significa decirle a uno: ‘Gracias por ser tú’. Celebrar un cumpleaños es ensalzar la vida y alegrarse por ella. En un cumpleaños no decimos: ‘Gracias por lo que has hecho, o dicho, o conseguido’. No, lo que decimos es: ‘Gracias por haber nacido y estar entre nosotros’.»No deberíamos olvidar nunca nuestro cumpleaños, o los cumpleaños de quienes tenemos a nuestro alrededor. Los cumpleaños mantienen vivo al niño que llevamos dentro. Nos recuerdan que lo más importante No es lo que hacemos, o logramos, ni lo que tenemos o sabemos, sino lo que somos, aquí y ahora. En nuestro cumpleaños agradecemos el regalo de la vida.»(Henri Nouwen). Increíbles 11 años y tan agradecida de tenerlos en mi vida.
- La hora del té (Meriendas). Habitualmente -antes de la cuarentena- las meriendas pasan bastante desapercibidas de lunes a viernes. Nos pillaba en medio de las actividades o entre una actividad y la otra. En estas semanas he vuelto a disfrutar de hornear algo rico para la merienda, sentarnos juntos en el jardín y disfrutar de la simpleza de un momento sin prisas…
- Volver a clase de Scrapbooking. He aprovechado la generosa oferta de Ali Edwards de regalar 4 de sus clases y me he apuntado. Creo que la oferta ya ha caducado, pero este es el mini álbum que he hecho en estos días.

Espero que estés pasando bien estos días. Sé que es un tiempo difícil para todo el mundo y no todos disfrutamos de estar tanto tiempo en casa. No dudes en enviarme un mensaje o un comentario si necesitas compartir algo! Un fuerte abrazo virtual, que por aquí no contagia,
p.d.: Te recuerdo que la tienda online está abierta únicamente para mis productos virtuales (e-books) hasta nuevo aviso, en solidaridad con las medidas para detener el Covid-19. ¡Gracias por tu comprensión!