Acabo de terminar 30 días de yoga with Adrienne.
Aunque parezca una declaración normal y corriente (al punto de hacerte sospechar que la blogger se ha quedado sin temas para escribir) para mí ha sido algo grande. ¿Te explico por qué?
En primer lugar, porque crecí creyendo que el yoga era algo malo, algo dañino, algo oscuro, nocivo. Algo con lo que había que «andarse con cuidado.» Si bailar -en el trasfondo del que vengo- era considerado algo malo, imagínate lo que podrían opinar del yoga. Los que lo practicaban habían entregado su alma al enemigo. Me ha llevado su proceso darme cuenta de que cualquier cosa – CUALQUIER COSA- hasta las más comunes como la comida, el trabajo, el sueño, el dinero- pueden volverse malas, dañinas, oscuras, nocivas… Y por el contrario aquellas cosas supuestamente «malas», como el descanso, la soledad o el yoga, pueden ser verdaderos bálsamos para el espíritu. Atreverme a probarlo ha sido, en cierta manera, un acto de rebeldía, de ir en contra de mandatos humanos sin sentido.
En segundo lugar, porque recién en mi adultez he podido superar mi complejo de ser la mala para los deportes. Yo era la patosa, la que nadie quería elegir para su equipo porque hacía perder a todos. Me ha llevado su proceso comprender que no estoy «cableada» para los deportes competitivos. No me gusta competir, no me gustan los deportes de equipo. Me produce más estrés y ansiedad que todo lo bueno que me pueda aportar a nivel físico. Encontré en Pilates y luego en el Yoga, en caminar (hacer senderismo o el camino de Santiago) y en correr, los deportes que necesito para estar activa, saludable y sin el estrés añadido. ¡Muy por el contrario! Este tipo de ejercicios me ayudan a reducir mi nivel de estrés y a combatirlo, pues todos incluyen un componente reflexivo o de minfulness añadido al ejercicio físico.
Tercero, porque hasta me animé a «no cortar la cadena» (como dice Seinfeld), y aunque en 2018 estuve fuera del país una temporada, participé de una clase en Arizona y 8 en Argentina mientras estuve allí! Así que unas 40 clases en el año, no está nada mal. Y si a esto le sumo todas las caminatas, salidas a correr y los días en el Camino, me doy cuenta de que me he mantenido en forma y haciendo ejercicio AL MENOS 1 vez a la semana durante todo un año. ¡Esto es algo maravilloso! Llevar el registro de estos progresos y logros me anima, al pensar en el 2019 y buscar el mismo nivel de compromiso o uno aún mayor. ¡A continuar no cortando la cadena!
Cuarto, porque el programa, además de ayudarme a cuidar mi cuerpo, me ha aportado mucho a nivel emocional y espiritual. He seguido el programa TRUE de Adrienne Louise, y tengo que decir que ¡me ha encantado! De hecho, ha sido mi inspiración para escoger mi pequeña palabra para este año. La idea o lema detrás de este programa era ayudarte a restablecer la conexión contigo misma. Quitarte las capas que te has ido poniendo con las prisas, los problemas, o lo que sea y volver a encontrarte contigo misma, siempre buscando un mejor estado de salud físico y mental… E incluso desarrollar un lenguaje nuevo, más amoroso conmigo misma, que luego resulta en más amor por los demás…
Algunos de los temas que hemos tratado en las prácticas: Motivación, Confianza, Salud, Abrirse, Detox, Ablandarse, Centrarse, Fuerza y Armonía, Rendirse, Amate a ti mismo, Soltar, Equilibrio, Estar quieto, No tener miedo, Sé libre, Sé valiente, Sé tú!
Si sólo fuera por todos esos mensajes de AMOR que recibí cada día al pararme en la esterilla, habría valido la pena. Pero ha sido mucho más que eso: he crecido, mi cuerpo se siente mejor, mi mente está más despejada, tengo más recursos para combatir el estrés, me siento más conectada con mis emociones, he desarrollado un hábito saludable …
¡Lo recomiendo a todo el mundo!
Así que, a seguir moviéndome con conciencia, respirando, escuchando a mi cuerpo, lenta pero firmemente, siendo yo misma…
Ahora ¡a por 30 días más! ¡Sigo determinada a no cortar la cadena!
Me identifiqué tanto con el relato. Soy muy alta y, desde pequeña, falta de coordinación. Nadie quería que estuviera en su equipo.
Cómo hiciste ese plan, es on line?
Gracias
Gracias Sandra!! Me alegra saber que no fui la única!! Un abrazo!
Soy de Buenos Aires y tomo clases de yoga hace muy poco, una de las cosas que me angustiaba cuando viajaba era no poder tomar mis clases, en 3 meses estaré en eSPAÑA por un mes y llevaré el yoga conmigo a donde vaya!! Porque no necesitas nada más que una manta y ganas de estar en línea contigo misma para arrancar tu clase !!!
Hola! Muchas gracias por tu mensaje! Es tal cual como decís! Con una esterilla o manta ya estás preparada! Gracias por pasar por aquí!! Suerte en tu viaje a España!!