Día
5: LEER
5: LEER
“Leemos para saber que no
estamos solos”
estamos solos”
(C.S. Lewis)
Soy lectora desde que aprendí a leer. A mis 7
u 8 años, cuando llegaban las vacaciones de verano, una de las primeras cosas
que hacía era ir a la biblioteca a buscar libros para llenar mis horas de
playa, de piscina o las largas tardes en
mi pueblo sin mayor actividad. Mis favoritos eran los de Los Gemelos Bobbsey,
llenos de aventuras y misterios. Más tarde llegaron las historias de Corrie ten
Boom, Elsa Bornemann, Cortázar, Quino, la Biblia, Borges, Horacio Quiroga, Alejandro Dolina, entre
otros.
No sé si fue la Guerra de Malvinas, vivir en un pueblo o alguna otra razón,
pero no tuve la suerte de estar expuesta a la literatura anglosajona siendo
pequeña. Alicia en el País de las Maravillas, El libro de la selva o Mary
Poppins para mí eran pelis de Disney; no clásicos de literatura llevados al
cine. Conocí a Lewis Carrol, C.S.Lewis, J.R.R.Tolkien y Roald Dahl – por
nombrar algunos- paradójicamente al venir a vivir a España. Me devoré las
Crónicas de Narnia a los 30. Me llegaron tarde, pero las disfruté como una
niña, haciendo caso al consejo del autor en su dedicatoria, pues ya me había
llegado la edad de volver a leer cuentos de hadas. Y aún sigo leyendo, ahora
con la excusa de que estoy educando a los niños. No pasa un día sin que leamos
juntos. He disfrutado como una enana leyendo toda la serie los libros de Laura
Ingalls Wilder. La trilogía del Señor de los anillos ha sido increíble… Me
estoy poniendo al día con todos los libros que no pude leer a los 8 o 9.
u 8 años, cuando llegaban las vacaciones de verano, una de las primeras cosas
que hacía era ir a la biblioteca a buscar libros para llenar mis horas de
playa, de piscina o las largas tardes en
mi pueblo sin mayor actividad. Mis favoritos eran los de Los Gemelos Bobbsey,
llenos de aventuras y misterios. Más tarde llegaron las historias de Corrie ten
Boom, Elsa Bornemann, Cortázar, Quino, la Biblia, Borges, Horacio Quiroga, Alejandro Dolina, entre
otros.
No sé si fue la Guerra de Malvinas, vivir en un pueblo o alguna otra razón,
pero no tuve la suerte de estar expuesta a la literatura anglosajona siendo
pequeña. Alicia en el País de las Maravillas, El libro de la selva o Mary
Poppins para mí eran pelis de Disney; no clásicos de literatura llevados al
cine. Conocí a Lewis Carrol, C.S.Lewis, J.R.R.Tolkien y Roald Dahl – por
nombrar algunos- paradójicamente al venir a vivir a España. Me devoré las
Crónicas de Narnia a los 30. Me llegaron tarde, pero las disfruté como una
niña, haciendo caso al consejo del autor en su dedicatoria, pues ya me había
llegado la edad de volver a leer cuentos de hadas. Y aún sigo leyendo, ahora
con la excusa de que estoy educando a los niños. No pasa un día sin que leamos
juntos. He disfrutado como una enana leyendo toda la serie los libros de Laura
Ingalls Wilder. La trilogía del Señor de los anillos ha sido increíble… Me
estoy poniendo al día con todos los libros que no pude leer a los 8 o 9.
Me encanta leer. Es una de las cosas que más disfruto hacer tanto sola como en familia. Leer nos
forma, nos moldea, influye en nuestra forma de ser y en nuestra forma de ver el mundo. Leer nos abre los ojos, la
mente y el corazón; nos hace más sabios y hace que nuestro mundo sea mucho más grande. Dice Dr. Seuss: “Hay
muchas, muchísimas cosas que podrías aprender. Pero si cierras los ojos, te las
podrías perder. Mientras más libros leas, más cosas aprenderás y mientras más
aprendas, más lejos llegarás.”
forma, nos moldea, influye en nuestra forma de ser y en nuestra forma de ver el mundo. Leer nos abre los ojos, la
mente y el corazón; nos hace más sabios y hace que nuestro mundo sea mucho más grande. Dice Dr. Seuss: “Hay
muchas, muchísimas cosas que podrías aprender. Pero si cierras los ojos, te las
podrías perder. Mientras más libros leas, más cosas aprenderás y mientras más
aprendas, más lejos llegarás.”
Ya no tengo 7 años pero sigo siendo un ratón
de biblioteca. Me gusta amueblar mi cabeza con los autores favoritos que he ido
descubriendo a lo largo del camino, que se han vuelto -aun sin conocerles- compañeros de viaje: Henri Nouwen, Rob Bell, Shauna Niequist,
Richard Rohr, Parker Palmer, Anne Lamott, Donald Miller, Brené Brown y todos
aquellos autores que me enriquecen, me hacen pensar, me elevan y me recuerdan
que no estoy sola.
de biblioteca. Me gusta amueblar mi cabeza con los autores favoritos que he ido
descubriendo a lo largo del camino, que se han vuelto -aun sin conocerles- compañeros de viaje: Henri Nouwen, Rob Bell, Shauna Niequist,
Richard Rohr, Parker Palmer, Anne Lamott, Donald Miller, Brené Brown y todos
aquellos autores que me enriquecen, me hacen pensar, me elevan y me recuerdan
que no estoy sola.
A todos ellos les digo “GRACIAS”: por influir
en mi vida sin conocerme, por inspirarme, por darme ideas, por acompañarme en
momentos duros, por hacerme saber que no soy la única que ha sufrido pena,
dolor, la angustia de la experiencia humana… Gracias por ayudarme poner en
palabras muchas de mis emociones, por ayudarme a encajar y comprender lo que me
pasa y darle sentido. Gracias. Sigan escribiendo.
en mi vida sin conocerme, por inspirarme, por darme ideas, por acompañarme en
momentos duros, por hacerme saber que no soy la única que ha sufrido pena,
dolor, la angustia de la experiencia humana… Gracias por ayudarme poner en
palabras muchas de mis emociones, por ayudarme a encajar y comprender lo que me
pasa y darle sentido. Gracias. Sigan escribiendo.
Para
ponderar:
ponderar:
¿Qué leías de pequeño/a? ¿Qué lees ahora? ¿Qué
lugar ocupa la lectura en tu vida?
lugar ocupa la lectura en tu vida?
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