¡Muy buenas! Como parte de mi pequeña palabra para 2017 {FOCUS}, este año el taller creativo va a tener una frecuencia mensual en lugar de semanal. Hoy vengo con un proyecto para hacer con los niños: ¡Sharpie Mugs! (¡O Sharpie Bowls, como prefirió uno de mis niños!). Es una idea bastante conocida y hay un montón de inspiración en internet. Hace unos años me hice una taza, siguiendo la idea de A Beautiful Mess (¡se me rompió!) y también un par para regalar a unos amigos en el día de su boda, siguiendo una idea parecida a esta. Para Navidad hicimos para regalar a todos los profes de los niños, con diseño libre. ¡Quedaron todos encantados! A raíz de esto, los niños se quedaron con las ganas de tener sus propias tazas «tuneadas», así que este mes nos hemos puesto con ellas. Uno de mis niños prefirió un bowl a una taza, pues normalmente desayuna cereales, así que por el mismo precio conseguí un bowl blanco. Es realmente muy fácil y hay mil tutoriales en internet. Te muestro nuestra versión:
Materiales:
Necesitas:
– Una taza blanca o bowl, de cerámica
– Rotuladores Sharpie (no he probado con otra marca, pero supongo que los rotuladores permanentes de otra marca también lograrían el mismo efecto. tiene que ser rotulador permanente!)
– Horno
– Toallitas húmedas (por si algo sale mal se puede borrar en seguida) y rollo de cocina (por el mismo motivo, si tienes que borrar luego lo tienes que secar muy bien para volver a pintar)
Preparación:
– Decorar la taza o el bowl a gusto y placer de cada artista. En este enlace hay un montón de ideas para inspirarse.
– Llevar a horno a 180grados durante mínimo dos horas.
– Dejar enfriar y ya se puede usar.
– Para lavarlos, prefiero hacerlo a mano y con delicadeza.
¡Y a disfrutar cada mañana en el desayuno, o cada tarde en la merienda!
Los colores se alteran un poco con el calor del horno y por la experiencia adquirida después de hacer varias, te cuento que el color negro es el que mejor queda y el que más dura.
¡Espero que te sirva de inspiración!! ¡Hasta la próxima!