Total que a partir de esta otra foto que también publiqué en IG (con historia -o «charleta» como dice Ana– y todo) me puse a pensar en la cantidad de cosas que tengo rescatadas de la basura (o que iban a ir a parar a ella si no las «adoptaba») que me pareció una buena entrada para el blog. Así que aquí os enseño mi colección y os cuento un poco la historia de cada una:
Embarazadísima de 8 meses, salíamos con mi marido a nuestra última visita al cine antes de convertirnos en padres. Ibamos con el coche y las veo: «¡Para, para! Que hay dos muebles buenísimos!» Estas dos cómodas, una al lado de la otra, junto a los contenedores de basura. Las dos estaban pintadas de amarillo, así como veis la segunda. La primera en cuanto nacieron los niños, mi marido y cuñada la restauraron y pintaron de blanco. Unos pomos (tiradores) de cerámica le dieron el toque. Ahora sirve para exhibir mi pequeña colección de teteras y en los cajones guardo manteles, servilletas y todo lo que sea deco de cumpleaños (platos, vasos y cubiertos desechables, velitas, confeti, etc)
En la amarilla guardo todo lo de scrap y costura (papeles, sellos, tintas, minis empezados, hilos, etc.). Y por si queríais saber, por supuesto que llegamos tarde al cine! 😉
En una de nuestras últimas salidas por Madrid, encontramos dos espejos como éste. Los dos para casa. Uno de los dos se terminó rompiendo en la mudanza, pero nos queda éste.
Este secreter fue uno de los primeros hallazgos en Madrid, hace mil años. Era marrón brilloso y lo pintamos de blanco. No tenía cajones, pero en otro hallazgo encontré estos dos que aunque no encajan perfecto, con los pomos blancos queda bastante bien.
Esta mesita blanca estaba en casa de unos amigos, entre un montón de chatarra y cosas que iban a tirar. Se las pedí y con gusto me la regalaron. La pintamos de blanco y arreglamos un poco la base y aquí está!
Bueno, y ya os conté jugando a #colorsoloparami, de estos platos divinos que me encontré en la calle, con un cartelito que ponía «free». ¡A mi juego me llamaron!
Creo que eso es todo, aunque seguramente me queda alguna cosa que ahora mismo no me acuerdo o no me doy cuenta de tanto ver a diario!
¡Os puedo asegurar que me más alegría rescatar lo que otros han descartado, que comprarme cualquier cosa! Me encanta encontrar valor en lo que otros consideran sin valor. Dar un lugar de «honor» a lo que otros consideran basura. Darles otra oportunidad. No me quiero poner filosófica, pero el que quiera hacer el paralelismo con la vida, la creación, Dios… ¡adelante! La metáfora está servida.
¡Espero que os guste!
Vengo de soloparamí y se lo agradezco un montón porque me encantó lo que me encuentro en tu casa!
Me siento muy identificada, yo también tengo algunas cositas que me encontré en la calle y no tengo más porque a veces veo algo que está muy bien y justo voy camino al trabajo, o si es muy pesado y justo voy sola, etc.; sino tendría muchas más cosas….me encanta como has transformado y aprovechado todas esas cosas, a mí me da pena ver cosas aprovechables en la basura.
Gracias Grace por tu mensaje!! Me alegro que te haya gustado! Bienvenida!
Me encantó la entrada. Siempre me da un poco de niséqué coger cosas de la calle, y ahora me da una pereza enorme restaurar, pero siempre miro al lado de los contenedores de basura por si veo algún tesoro jejeje. Un beso