¡Hola! A cuento de la entrada de tesoros de la basura de la semana pasada, se me ocurrió hacer otra con «tesoros de mercadillo». La verdad que es otro de mis «defectos», ja! Quien dice mercadillo dice mercado de pulgas, zoco, feria, garage sale, tienda de segunda mano, o «cachimba» como dice mi mamá! Jiji!
¡Me encanta encontrar gangas! ¡Darle otra oportunidad a las cosas! Debe ser algo de familia. De pequeña uno de mis recuerdos es acompañar a mi mamá a los remates (subastas) que se hacían en mi ciudad. Y ahora dos de mis hermanas se han puesto una tienda vintage que estoy deseando conocer! (Si están en Buenos Aires, no se pierdan Devoto Vintage!! (también en instagram).
Total, que después de ver la colección de tesoros de la basura, pensé que mis tesoros de mercadillo también se merecían una entrada en el blog. Así que aquí va:
Para empezar, la foto de más arriba: una almohadita/perchita/adorno/colgante bordada a mano con la palabra «thankful» (agradecida). La compré en Milwaukee hace un par de años.
Las mudanzas también son buenas oportunidades de encontrar cosas lindas. Unos amigos se iban del país y vendían casi todo lo que tenían. Les compré estas calabazas que uso de deco en otoño…
Esta tetera me la traje del Mercado de Pulgas de Buenos Aires, en mi última visita. Es de industria inglesa y me contaron que eran las que se usaban para servir el té en los trenes argentinos. Si ya me había gustado la tetera, más me gustó cuando me contaron la historia, pues además de encantarme el té, mi abuelo era ferroviario, y sólo pude disfrutarlo hasta los 4 años. Así que en parte fue como recuperar un trocito de mi historia.
De ese mismo viaje también se vino este cajón de tipos. Y la historia ya la conté por aquí!
Este ladrillito lo comparmos en El Rastro de Madrid, otro mercadillo por exelencia. Lo uso de pisapapeles o simple decoración, pero luego supimos que se usaba para decorar los balcones (para que se vea el azulejo desde abajo cuando vas caminando y miras para arriba, ¿se entiende?).
De un garage sale en Wisconsin. Una tabla para cortar quesos, con sus cuchillos.
Este otro cajón de tipos fue el primero y lo compramos en un Rommelmarkt en Holanda y que ya había enseñado también por aquí.
También allí conseguimos esta simpática luz de noche (creo que a 10 céntimos! Si no me equivoco!)
Y funciona!
El otro día en Monterroso, esta cajita para los fósforos nos llamaba por el nombre. 😉
El año pasado los peques empezaron a interesarse por el Ajedrez. En un viaje a Madrid vi este tablero en una casa de antigüedades a la vuelta de la casa de mi amiga, que me hospedaba. ¡Para casa!
Y nuestra última adquisición, en una tienda de antigüedades de Cedeira. Necesita bastante trabajo, afinación y arreglar algunas teclas, pero el precio lo valía!
En otra tienda vintage de Milwaukee: este mini costurerito! ¿No es divino? ME encanta!
DE goodwill también: este porta llaves
Otra amiga se iba del país por un tiempo y vendía sus cosas. NO pude resistirme a esta bibliotequita! Ahí están las pelis y en el estante de abajo todos mis mini albums, que ya no caben!
Y hablando de biblioteca, otra cosa que solemos encontrar en los mercadillos/ferias/pulgas/mudanzas, son libros. Aquí algunos de ellos.
¿Conocen la frase «No tengas nada en tu casa que no sepas que es útil o que no creas que es bello?» Pues es una de mis frases favoritas!! Dicen que la dijo William Morris. ¿Será verdad?
¿Y vosotras? ¿Compráis en mercadillos? ¿Os gusta tener cosas de segunda mano? Me encantaría escuchar vuestras historias!
¡Espero que os guste y os sirva de inspiración!
Divino todo!
A mí también me encanta encontrar cosas con historia, diferentes…..
Gracias Grace!!! Qué lindo, no? Un beso grande!
Es todo lindísimo!
Tendré que dinamitar mi casa antes de que vengas, creo.
Te quiero!