Durante el verano mis niños empezaron a tener curiosidad por el tema de las tribus aborígenes, los nativos americanos, sus costumbres, etc.
No sé si fue a partir de la lectura de Living Long Ago, o por que su padre les enseño unas postales con el mapa todos los símbolos de su escritura, o porque les encanta usar el arco y la flecha (¡son realmente muy buenos! lo dice su madre poco objetiva y «ambizurda») o porque el papá les construyó un tipi con las ramas del avellano que habíamos podado. Lo cierto es que empezamos a leer más, a investigar sobre el tema y otra de esas «tardes aburridas de verano» nos pusimos a crear nuestro propio tótem.
¡ Nos lo pasamos super bien pintando estos troncos con acrílicos de colores! Dibujo libre, sin ninguna consigna, salvo lo que habíamos leido y los ejemplos que vimos por internet.
Así quedó nuestra obra.
Y claro, ¡¡ahora hay que cubrir el tipi, mamá!!! Las hamacas dieron el pego para cubrir rústicamente el tipi.
Y aquí los dos caciques tan contentos como serios!
Por la noche volvimos a leer PEQUEÑO SIOUX, un libro que me pasó Inma hace años y nos encanta.
¡Tened cuidado si andáis por el barrio! Ja!
¡Espero que os sirva de inspiración! Hay veranos que nunca se olvidan!