La historia del noviazgo entre mi marido y yo, la historia de los primeros años de matrimino, y nuestra historia ya con niños (pues algunos «bordados» son suyos). Y tenía todos esos bordados guardados o en marcos pero sin colgar pues con los años mi gusto por la decoración ha ido cambiando. Me pareció que era necesario hacer toda esta historia más visible en la casa, pero no sabía cómo encajarlo con mi estilo actual. Una manta (o quilt) fue la solución para unficarlos a todos e integrar a cada uno en una gran narrativa.
Este lo hicieron mis niños (no sé cual de ellos! ¡mala madre!) cuando empezaron a experimentar con bastidor, hilo y agujas. Para mí es una obra de arte!
Este fue en unas vacaciones.