Este domingo pasado hemos recordado una vez más la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén y al finalizar la historia hemos construido nuestro jardín.
Además del primer enlace que compartí más arriba, también me he inspirado en esta idea de Ann Voskamp, en esta más simple y en esta otra.
¿Os animáis a hacer uno? Necesitaréis:
Materiales:
– una cesta -he utilizado una que estaba un poco vieja ya- aunque también podéis hacerlo con un macetero grande.
– tierra
– piedras
– un macetero pequeño (para la tumba)
– una roca grande (para tapar la tumba)
– ramitas (para las cruces)
– cuerda (para atar las cruces)
– flores, cactus, suculentas, semillas de césped, etc.
– figura de madera y tela blanca (opcional, por si pensáis hacer la representación con los peques)
Preparación:
– Colocar la maceta en forma horizontal dentro de la cesta (la maceta será la tumba).
– Cubrir con tierra todo alrededor y por encima, rellenando la cesta. Ir rociando agua a medida que vais colocando, para que la tierra quede firme.
– Hacer un camino con las piedras pequeñas
– Montar las cruces, atándolas con la cuerda y clavarlas en la tierra, detrás de la tumba
– Plantar las plantitas o flores y las semillas de césped (según he visto tarda unos 3 o 4 días en salir)
– Colocar la piedra grande delante de la tumba (todavía abierta).
Opcional:
El día viernes podéis leer la historia (S. Juan 19) y representar los hechos colocando dentro de la tumba una figura de madera envuelta en tela blanca. Cubrir con la piedra grande. El sábado es un día de espera (por la noche, quitad la figura y dejad la tela blanca doblada y moved la piedra grande otra vez como estaba al principio).
El domingo, ¡celebrad que la tumba está vacía! ¡Jesús ha resucitado y vive!
Espero que os sirva de inspiración!!