Hace un año me embarqué en la aventura de fabricar unos «quilts» para mis niños. Uno bastante diferente al primero; una versión más avanzada -ahora con más experiencia- de lo que había hecho cuando empezaron a usar «cama de niño mayor».
La inspiración llegó de aquí (Pinterest, cómo no!) y el motivo esta vez era su cumple #5 (¡C.I.N.C.O!). Queríamos regalarles un «make over» de la habitación que hacía pocos meses habían estrenado, luego de nuestra mudanza. Había empezado a compartir algo por aquí, pero luego entre el silencio intencional del blog del año pasado y que no terminé exactamente para la fecha propuesta sino unos tres meses más tarde, pues ahí se fue quedando…. Siempre había alguna cosa más para contar, así que lo he ido postergando. ¡Pero aquí estoy! Por fin he podido organizar y seleccionar todas las fotos relacionadas con el tema. Y no, no os voy a abrumar (pues tengo tropecientas) sino que he aquí una breve selección:
La aventura fue difícil (y más costosa de lo que pensaba). De no haber sido por la ayuda de mi amiga Tere y la de mi proveedora de telas (un encanto!), no creo que los habría acabado!
Manos a la obra: A seleccionar colores, cortar triangulitos y hacer una composición.
También hay que decir que triángulos no es una buena elección si eres principiante como yo! Madre mía! (pero qué bonito queda a pesar de las imperfecciones!)
Me guíe mucho también por este tutorial de Elise.
Y así quedaron antes de hacer los bieses (recordad que hago todo x 2!!)
Aprovechando las tardes de verano al sol para los últimos remates a mano.
Para el reverso escogí este gris topo.
Presentados en las camas (con pintura nueva de fondo).
Del derecho
y del revés.
Detalles de amor.
Y por las noches a «estudiar» los países del mundo!
Y voilá!
Espero que os haya gustado!! Y aunque había dicho «me voy a tomar un tiempo», ya he empezado a coser -esta vez- rectángulos.