¡¡Hola!! Hoy os comparto una idea que ha pasado a ser una tradición navideña desde algunos años, gracias a la influencia de unos amigos de origen canadiense: pomander balls o bolas perfumadas.
Dan un perfume riquísimo a la casa, y al ser ya una tradición, para mí «huele a navidad» cuando las preparamos. Además es genial para hacer con los niños pues es una actividad sensorial estupenda y que ayuda a desarrollar la motricidad fina.
Las hay de muchos tipos, pero esta es la que hacemos nosotros todos los años. Para esto se necesitan:
– 1 naranja
– clavo entero, los de condimento, no clavos de metal! (bastante cantidad, incluso se puede cubrir toda la naranja)
– canela en polvo (para hacer rodar la naranja una vez perforada)
– cinta (en este caso, de terciopelo verde)
– lápiz (hago los agujeros antes para marcar una línea y para hacer más fácil el clavado
y este año, un pequeño martillo, pues tuve a unos «minions» muy especiales ayudando con muchísimo entusiasmo.
Espero que os guste y os inspire!
Y para vosotr@s, ¿a qué huele la Navidad?