Otro razón por la que me gusta el otoño: ¡los membrillos están en temporada!
No los consigo el resto del año. Y no hay nada más rico que una merienda casera: unos muffins, un bizcocho, una tarta o… ¡dulce casero!
Una tarde otoñal de lluvia la semana pasada fue suficiente motivación para prepararlo:
500g de membrillos
500 g de azúcar
1 limón
¡y a cocinar!
Espero que os guste y os inspire a hacer algo rico!